lunes, 19 de septiembre de 2011

"To see the world in a grain of sand"

William Blake, Auguries of innocence

Vía Láctea

martes, 13 de septiembre de 2011

Signos





Esta alambrada
de tres hilos me cerca
lo inmensurable







"De fácil alma", Fortunato E. Nari

viernes, 9 de septiembre de 2011

Hilos



La inconexión es el aniquilamiento
José Ortega y Gasset, "Meditaciones del Quijote"



El hilo que enhebra "Babel" es lo que la sostiene erguida. 
Es gracioso porque lo pienso e inmediatamente me figuro a la torre del mito/alegoría como un altísimo edificio de tela sostenido por hilos de tanza, como una enorme marioneta endeble o una escenografía, y me gusta todavía más. 
Y es un hilo que traspasa muchas capas, como un parto circular.
Y ya que la torre era -dicenquedicen- circular, me da más risa mi idea. Como un laberinto cretense vertical, helicoide volátil e infinita (cómo me gusta enredarme en las palabras, no hay caso...)


Amo los buenos títulos. Una buena película, un buen libro, una buena foto, una buena obra, en general -dentro de mi particularidad- se hunde, emerge de un buen título. No es que sea excluyente, pero es lo que  hace que la boca quede benditamente abierta para que escape el aire del asombro ante la genialidad de una síntesis exacta; un título como la latencia de una supernova, como el primer segundo, o el último, de la explosión.
Un título que a la vez completa y resume, encripta y abre; bisela. Como una flecha-búmeran  (...que sería un invento muy poco afortunado, ahora que lo pienso. Menos mal que no se me dio por el armamentismo: crearía batallones de incautos suicidas y me quedaría sin trabajo enseguida)

La obvia incomunicación (en el universo privado, de lo que hablamos realmente cuando hablamos de soledad)  a la que el título acude en un quiebre del sentido de los lenguajes, de los diferentes lenguajes (uno visual, uno táctil, por qué no), de las distancias, de los idiomas, de los espacios, de la cercanía, de la pertenencia, lo conocido, lo callado, lo aparente, es el hilo. Un quiebre de sentido que expone la médula: la soledad. La voz estéril.
Un hilo que luego se tensa y deja caer la escenografía, tal vez, en algún caso, para reconocer ese centro que, como todo, no tiene un fin unívoco: es el uso elegido (enseñado, creído, aceptado sin más?) que damos a algo determinado lo que determina, en fin, su finalidad (...no hay caso....)

"Babel" es un nombre insuperable para la película muy ídem que con tan poca elocuencia pero con mucho énfasis, recomiendo.
Lamentablemente no pude encontrarla subtitulada (nunca me gustaron mucho los doblajes), pero aquí queda el trailer en castellano










domingo, 4 de septiembre de 2011

Cambios





A veces pienso incluso que la historia universal sucede a no más de veinte metros de cada uno. Y que es ahí, en ese breve territorio, donde puedo intentar alguna cosa




Luis Gruss en la revista Latido, nº 6, "Cambiar de vida"