Son ciertas las memorias
y la soledad.
La vida es cierta
y el olor a lluvia.
Todos estos días son ciertos.
Es cierto el pez (como no lo dije antes)
y el deseo de cambiar las cosas.
Entrar en los cafés es cierto
y salir al mundo.
Agarrarse de él un solo instante.
Miguel Barnet